¿Qué me pasa con las rubias?

Es sabido por todo el mundo que mi preferencia son las morochas con flequillo -ojos verdes y buenas tetas, mejor-. Bueno, pareciera que es sabido por todos menos por mí. Teniendo en cuenta que las últimas reclaciones fueron con blondas (sacando las que acontecieron en otro país: no cuentan), y que las morochas que ultimamente me gustan no me dan bola... En fin. Ando con una puntería... Resulta que iba yo caminando muy tranquilamente por una calle cercana de mi hogar. El día estaba hermoso, había sol y yo usaba mis gafas oscuras. Hermosa rubia se aproximó desde la otra vereda, cruzando apurada la calle. Al llegar hacia donde yo esperaba para cruzar en dirección perpendicular, la niña estornuda. El "salud!" me salió del alma. "Gracias", me respondió, y se quedó parada en la esquina como tratando de ubicarse, o buscando una calle. Me quedé observándola. Algo tenía que decirle. Pero ella me ganó de mano. Me preguntó para dónde quedaba tal calle. Dudé de la dirección que inquirió, así que me saqué los anteojos, entrecerré los ojos y busqué el horizonte. Como no estaba muy seguro y no quise mandarle fruta, la miré y pregunté de nuevo las coordenadas. Ella me las repitió sonriendo. Volví a mirar hacia enfrente y al parque. La calle que buscaba debía estar por ahí. Y mientras pensaba y pronunciaba un largo "ehhhhh", ella habló:
-Tenés lindos ojos, no deberías usar anteojos oscuros.

(...)