Yo creo que debe haber sido el calor.
Luego de caminar por Florida, Diagonal, Plaza de Mayo, dar la vuelta por el Obelisco y llegar al Colón, una media hora más o menos, casi siempre al sol, con camisa, pantalón de vestir y zapatos, y a pesar de que Loli, luego del almuerzo, me haya dicho "ahhh, sí, cómo no... está re leeeendo para caminar por el centro...", cuando me subí al 99 para volver a casa, después de saludar al colectivero con un "hola..." como lo hago habitualmente, le dije como si nada "noventa". "¿Hasta dónde va?", me preguntó el tipo, pensando seguramente de qué palmera habrá bajado este. Ahí reaccioné que le había mandado fruta increíblemente, le pedí perdón y le dije "ochenta", como corresponde...
Me pasé todo el viaje de vuelta pensando y tratando de entender por qué corno le dije "noventa".